Entre las consecuencias más significativas de la crisis de la crisis económica de 1929 se puede contar el fin del liberalismo económico con los rasgos que hasta esos momentos había poseído. Desde ahora en adelante, el Estado tomará un rol activo en la vida económica de los países, al contrario de lo que postulaban las ideas del liberalismo económico. La misión de los estados occidentales fue dar prioridad a los objetivos sociales por sobre los económicos en los diseños de sus políticas. Entre las soluciones planteadas a la depresión económica de los 30’, que dan un papel activo al Estado en economía, podemos destacar las siguientes.
a) El New Deal.
El “new deal” o nuevo trato fue una política económica llevada adelante por el presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt desde 1932 y que tenía como objetivo emprender la recuperación de la economía por medio de la intervención directa del Estado en la generación de empleos e inversión.
Una de las principales medidas del new deal fue llevar a cabo un activo plan de obras públicas para absorber la mano de obra que se encontraba sin trabajo y revitalizar la producción de acero, maquinaria y minerales entre otros recursos. Otras medidas tomadas fueron:
• Se estableció un plan de subsidios para la agricultura, donde se les pagó a los campesinos para que no trabajaran y así hacer subir el precio de los productos agrícolas.
• Se reformó el sistema bancario, obligando a los bancos a otorgar préstamos a bajo interés para fomentar la inversión privada y creando también la garantía estatal a los depósitos de los ahorrantes, para que no volviera a suceder lo había experimentado millones de estadounidenses: que los ahorros puestos en los bancos desaparecieran a causa de la inflación y la insolvencia de instituciones financieras.
• A los trabajadores industriales se les aseguró una jornada máxima de trabajo y un salario mínimo.
• Se creo un sistema nacional de previsión social, consistente en pensiones de vejez e invalidez, así como programas de asistencia a las madres pobres y sus hijos pequeños.
• Los sindicatos tuvieron gran libertad de organización y pudieron fortalecer sus posibilidades de negociación colectiva con las asociaciones empresariales.
A raíz de los estragos causado por la depresión económica del 30’, en Europa comenzaron a tomar importancia las ideas del economista inglés John Maynard Keynes, quien planteaba que la mejor forma de salir de la crisis económica era que el Estado asumiera como suya la responsabilidad de incentivar la demanda, asegurando el empleo a la población y cuidando de esa forma que el poder adquisitivo de las familias no disminuyera.
Keynes, sin suprimir la idea de mercado, propuso un modelo teórico en el que se propone un mayor protagonismo del Estado en economía y que se le conoce con el nombre de economía mixta. Keynes postuló la existencia de un sector público en la economía, donde el Estado crea empresas de su propiedad o empresas subsidiadas por el mismo, las cuales producen bienes y servicios que se estimen importantes para el bienestar colectivo (como la salud, el transporte, la energía eléctrica, la educación, entre otros), generándose un importante número de fuentes de empleo para la población. Coexistiendo con el sector público, se encuentra el sector privado el cual elabora los productos más demandados por los sectores de la población que poseen un mayor nivel de ingreso, favoreciendo al crecimiento económico a través de la acumulación de ganancia y el aumento del ingreso nacional, la generación de puestos de empleos y la inversión en maquinaria y tecnología.
Todo este conjunto de medidas y cambios propuestos por el New Deal y los postulados de John Maynard Keynes, dieron forma a lo que se denomina Estado de Bienestar, es decir, la existencia de un Estado que, por medio del cobro de impuestos pone a disposición de su población —y en particular a los sectores necesitados— recursos de apoyo, subvencionando directamente los gasto de salud, educación y jubilación de la población de más edad. Se buscaba fortalecer a los ciudadanos tanto en su capacidad económica, al reactivar la demanda interna por bienes y servicios, como en su participación en la salida de la crisis. Esto significó que a la larga las personas consideraran que tipo de beneficios eran parte de sus derechos inalienables, en tanto habitantes de un territorio común.
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